El 11 de marzo el Consejo de Ministros ha aprobado un Decreto para regular la pesca de recreo en aguas exteriores.
Recordamos que en nuestra costa de Baiona las aguas exteriores son prácticamente todas: desde Silleiro a La Guardia y las aguas de fuera de las Islas Cíes. O sea, que esta regulación nos afecta de pleno.
Establece que sólo se podrán capturar las especies de peces y cefalópodos que aparecen expresamente en uno de sus anexos. (Esperaremos al BOE para ver qué especies son)
También establece que se deberá estar en posesión de una licencia expedida por la Comunidad Autónoma. (No sabemos si es una nueva licencia exclusiva para aguas exteriores o vale la actual)
Se va a llevar un registro de embarcaciones de recreo en aguas exteriores, que estará a cargo de la Dirección General de Ordenación Pesquera, perteneciente a la Secretaría General del Mar. Se da un plazo de un año para crear este rgistro. (Esto significa que los barcos que no figuren en este registro no podrán pescar)
20 mar 2011
ESCUELA DE VELA
Recordamos a nuestros asociados que tal y como se aprobó en la última Asamblea General Extraordinaria, podrán seguir realizando los cursillos de vela en el Club Náutico de Panxón, siéndonos aplicadas sus tarifas de socios.
Más información: teléfono 666519608.
Más información: teléfono 666519608.
13 mar 2011
IDEAS CONCEPTUALES DE NAVEGACION (IV)
¿Cómo nos situamos en la mar?
Si estamos realizando una navegación costera basta con tomar referencias de la costa y llevarlas a la carta náutica. Esto se consigue mediante enfilaciones y demoras. Es decir, si vemos dos puntos fijos de tierra en la misma línea visual (por ejemplo dos faros, o un cabo y un faro) estamos hablando de enfilaciones. Es lo que en el lenguaje pescador entendemos como "marcas".
Si podemos medir el ángulo que forma cada uno de esos puntos relevantes de tierra con nuestro barco estaríamos hablando de demoras.
Pues bien, el cruce de dos de esas líneas trazadas sobre la carta nos indica la posición en que nos encontramos, ya que en los márgenes de la carta están indicadas dichas coordenadas.
Por el contrario, si estamos navegando en aguas libres, necesitaremos recurrir a otras técnicas.
En primer lugar señalar que nos tendremos que guiar por lo que vemos. Y lo que vemos son el horizonte y el cielo.
Pero las coordenadas náuticas de latitud y longitud están referidas al ecuador terrestre, no al horizonte. Necesitaremos algo que pueda convertir las observaciones que hagamos sobre el horizonte en datos sobre el ecuador, y esto lo tenemos en uno de los libros náuticos obligatorios que se llama Almanaque Náutico.
Pues bien, dispondremos de un sextante, un cronómetro marino y un almanaque.
Con el sextante medimos la altura de un astro sobre el horizonte, generalmente se usa el sol y la estrella polar. Es indispensable para conocer la latitud en un momento dado.
La longitud es otra cuestión. Recordemos que la longitud es el arco de ecuador terrestre que hay entre el meridiano 0 (Greenwich) y el meridiano en que nos encontramos. Por lo tanto es un concepto vinculado al tiempo, y por consiguiente necesitaremos utilizar relojes.
El cronómetro marino es un reloj que mantiene siempre la hora de Greenwich. Necesitaremos conocer también la hora local en el momento que hacemos la observación del astro con el sextante. Evidentemente, la diferencia de tiempo (calculada en grados por nuestra maquinita) nos dará la longitud. Esta es la idea intuitiva de la longitud.
O sea, tendremos que llevar un reloj que nos marque permanentemete la hora de Greenwich (cronómetro) y otro reloj que nos marque la hora civil, llamado también reloj de bitácora. Hoy en día se fabrican relojes baratos y de gran precisión que son adecuados para estas mediciones de tiempo.
Si estamos realizando una navegación costera basta con tomar referencias de la costa y llevarlas a la carta náutica. Esto se consigue mediante enfilaciones y demoras. Es decir, si vemos dos puntos fijos de tierra en la misma línea visual (por ejemplo dos faros, o un cabo y un faro) estamos hablando de enfilaciones. Es lo que en el lenguaje pescador entendemos como "marcas".
Si podemos medir el ángulo que forma cada uno de esos puntos relevantes de tierra con nuestro barco estaríamos hablando de demoras.
Pues bien, el cruce de dos de esas líneas trazadas sobre la carta nos indica la posición en que nos encontramos, ya que en los márgenes de la carta están indicadas dichas coordenadas.
Por el contrario, si estamos navegando en aguas libres, necesitaremos recurrir a otras técnicas.
En primer lugar señalar que nos tendremos que guiar por lo que vemos. Y lo que vemos son el horizonte y el cielo.
Pero las coordenadas náuticas de latitud y longitud están referidas al ecuador terrestre, no al horizonte. Necesitaremos algo que pueda convertir las observaciones que hagamos sobre el horizonte en datos sobre el ecuador, y esto lo tenemos en uno de los libros náuticos obligatorios que se llama Almanaque Náutico.
Pues bien, dispondremos de un sextante, un cronómetro marino y un almanaque.
Con el sextante medimos la altura de un astro sobre el horizonte, generalmente se usa el sol y la estrella polar. Es indispensable para conocer la latitud en un momento dado.
La longitud es otra cuestión. Recordemos que la longitud es el arco de ecuador terrestre que hay entre el meridiano 0 (Greenwich) y el meridiano en que nos encontramos. Por lo tanto es un concepto vinculado al tiempo, y por consiguiente necesitaremos utilizar relojes.
El cronómetro marino es un reloj que mantiene siempre la hora de Greenwich. Necesitaremos conocer también la hora local en el momento que hacemos la observación del astro con el sextante. Evidentemente, la diferencia de tiempo (calculada en grados por nuestra maquinita) nos dará la longitud. Esta es la idea intuitiva de la longitud.
O sea, tendremos que llevar un reloj que nos marque permanentemete la hora de Greenwich (cronómetro) y otro reloj que nos marque la hora civil, llamado también reloj de bitácora. Hoy en día se fabrican relojes baratos y de gran precisión que son adecuados para estas mediciones de tiempo.
10 mar 2011
IDEAS CONCEPTUALES DE NAVEGACION (III)
La navegación en España está regulada por categorías y dentro de ellas por Zonas.
Se distinguen cuatro categorías de navegación y siete zonas:
Categoría A, que es oceánica, sin límites y se define también como Zona 1.
La B, que se denomina Alta Mar y comprende dos zonas: la Zona 2 (hasta 60 millas de la costa) y la Zona 3 (hasta 25 millas de la costa)
Categoría C, denominada Costera. Comprende las Zonas 4 (hasta 12 millas), Zona 5 (hasta 5 millas) y Zona 6 (hasta 2 millas)
Categoría D, de Aguas Protegidas (interior de bahías, etc.)
Para las Zonas 5, 6 y 7 no es obligatorio llevar a bordo ningún útil de navegación. La obligación comienza en la Zona 4. Veamos:
Para la navegación entre las 12 millas y las 25 millas (Zonas 4 y 3) se exigen solamente un Compás y las Cartas y Libros Náuticos que correspondan a esas categorías de navegación.
La navegación hasta las 60 millas (Zona 2) precisa además de lo anterior, una Corredera, un Compás de Marcaciones, un Compás de Puntas y una Regla de 40 cm.
Y por último, para la navegación oceánica (Zona 1) también un Sextante y un Cronómetro.
En la práctica todo este material quedó sustituido por la moderna electrónica marina. No obstante el legislador sigue considerándolo obligatorio, lo que va también en consonancia con los conocimientos teóricos exigidos para las distintas titulaciones. O sea, para la navegación real usamos la electrónica pero estamos obligados a conocer además las técnicas tradicionales.
Hay un elemento no exigido tanto para la navegación costera como para la de altura, que es la maquinita de calcular de la que hemos hablado en los capítulos precedentes y que es imprescindible para efectuar los cálculos. Esta maquinita desplazó totalmente a las antiguas Tablas de Navegación y Estima usadas hasta los años 70 del pasado siglo.
Se distinguen cuatro categorías de navegación y siete zonas:
Categoría A, que es oceánica, sin límites y se define también como Zona 1.
La B, que se denomina Alta Mar y comprende dos zonas: la Zona 2 (hasta 60 millas de la costa) y la Zona 3 (hasta 25 millas de la costa)
Categoría C, denominada Costera. Comprende las Zonas 4 (hasta 12 millas), Zona 5 (hasta 5 millas) y Zona 6 (hasta 2 millas)
Categoría D, de Aguas Protegidas (interior de bahías, etc.)
Para las Zonas 5, 6 y 7 no es obligatorio llevar a bordo ningún útil de navegación. La obligación comienza en la Zona 4. Veamos:
Para la navegación entre las 12 millas y las 25 millas (Zonas 4 y 3) se exigen solamente un Compás y las Cartas y Libros Náuticos que correspondan a esas categorías de navegación.
La navegación hasta las 60 millas (Zona 2) precisa además de lo anterior, una Corredera, un Compás de Marcaciones, un Compás de Puntas y una Regla de 40 cm.
Y por último, para la navegación oceánica (Zona 1) también un Sextante y un Cronómetro.
En la práctica todo este material quedó sustituido por la moderna electrónica marina. No obstante el legislador sigue considerándolo obligatorio, lo que va también en consonancia con los conocimientos teóricos exigidos para las distintas titulaciones. O sea, para la navegación real usamos la electrónica pero estamos obligados a conocer además las técnicas tradicionales.
Hay un elemento no exigido tanto para la navegación costera como para la de altura, que es la maquinita de calcular de la que hemos hablado en los capítulos precedentes y que es imprescindible para efectuar los cálculos. Esta maquinita desplazó totalmente a las antiguas Tablas de Navegación y Estima usadas hasta los años 70 del pasado siglo.
2 mar 2011
IDEAS CONCEPTUALES DE NAVEGACION (II)
¿Qué es navegar por estima?
La navegación por estima consiste, como su nombre indica, en estimar la situación en un momento dado, o también conociendo las coordenadas propias y las de un punto al que queremos dirigirnos calcular el rumbo que tendríamos que poner y el tiempo en que tardaríamos en llegar.
Se trata también de resolver un triángulo, aunque en este caso es más sencillo: un triángulo rectángulo en el que uno de los ángulos es el rumbo y los lados son a) la distancia a recorrer, b)la diferencia de latitudes entre los dos puntos y c) el apartamiento (que no la diferencia de longitudes).
El apartamiento es la diferencia entre las longitudes en un arco de paralelo, ya que la diferencia de longitudes propiamente dicha se mide solamente en el ecuador.
Por tanto, conociendo las relaciones entre los lados y el ángulo que forma el rumbo, se pueden deducir las otras variables con ayuda de nuestra sencilla calculadora.
Por ejemplo, en nuestro hipotético viaje desde Baiona a Nueva York queremos conocer nuestra situación estimada al cabo de por ejemplo 20 horas de navegación, sabiendo que nuestra velocidad era constante de 10 nudos.
Pues bien, ya tenemos un lado del triángulo que es la Distancia = 200 millas. Pero esta distancia trendremos que dividirla por 60 para que esté en grados, lo mismo que van a estar los otros lados del triángulo.
Otro dato conocido es el rumbo inicial N 68,9 W, o lo que es lo mismo 291º
Introducidos los datos resulta que nuestra situación estimada es: latitud 43º 51,8' N y longitud 13º 8,2' W.
Otra utilidad de la estima es por ejemplo si recibimos una llamada de un barco al que no vemos en el horizonte, basta con conocer sus coordenadas para poder calcular de forma casi inmediata la distancia que nos separa y el rumbo que tenemos que poner para ir a su encuentro. Así, de inmediato podemos poner el rumbo adecuado sin tener que estar tanteando con el plotter.
La navegación por estima consiste, como su nombre indica, en estimar la situación en un momento dado, o también conociendo las coordenadas propias y las de un punto al que queremos dirigirnos calcular el rumbo que tendríamos que poner y el tiempo en que tardaríamos en llegar.
Se trata también de resolver un triángulo, aunque en este caso es más sencillo: un triángulo rectángulo en el que uno de los ángulos es el rumbo y los lados son a) la distancia a recorrer, b)la diferencia de latitudes entre los dos puntos y c) el apartamiento (que no la diferencia de longitudes).
El apartamiento es la diferencia entre las longitudes en un arco de paralelo, ya que la diferencia de longitudes propiamente dicha se mide solamente en el ecuador.
Por tanto, conociendo las relaciones entre los lados y el ángulo que forma el rumbo, se pueden deducir las otras variables con ayuda de nuestra sencilla calculadora.
Por ejemplo, en nuestro hipotético viaje desde Baiona a Nueva York queremos conocer nuestra situación estimada al cabo de por ejemplo 20 horas de navegación, sabiendo que nuestra velocidad era constante de 10 nudos.
Pues bien, ya tenemos un lado del triángulo que es la Distancia = 200 millas. Pero esta distancia trendremos que dividirla por 60 para que esté en grados, lo mismo que van a estar los otros lados del triángulo.
Otro dato conocido es el rumbo inicial N 68,9 W, o lo que es lo mismo 291º
Introducidos los datos resulta que nuestra situación estimada es: latitud 43º 51,8' N y longitud 13º 8,2' W.
Otra utilidad de la estima es por ejemplo si recibimos una llamada de un barco al que no vemos en el horizonte, basta con conocer sus coordenadas para poder calcular de forma casi inmediata la distancia que nos separa y el rumbo que tenemos que poner para ir a su encuentro. Así, de inmediato podemos poner el rumbo adecuado sin tener que estar tanteando con el plotter.
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